Exposición Nº 1
Todo o Nada, de Mario Testino
El título de la exposición lógicamente nos anticipa lo que vamos a encontrar en el interior de la sala; un recorrido por el desprendimiento de los ropajes de la mujer. Digo desprendimiento porque a medida que nos adentramos en la exposición, iremos viendo cómo diferentes elementos de la vestimenta (en su mayoría corsés y grandes faldas vaporosas) nos descubren partes del cuerpo femenino. De esta manera las primeras fotografías nos muestran modelos de alta costura para poco a poco ir pasando a los retratos-desnudo femeninos que culminan la exposición.
Es clara la influencia de la tradición artística occidental en la mayoría de las imágenes o las referencias y guiños a ella. Es notorio en algunas en las que la modelo se encuentra rodeada de esculturas clásicas, pero también es evidente en la composición e iconografía de las mismas. Muchas modelos son ninfas, musas, vírgenes o majas. Varía en cada una de ellas el protagonismo de la moda pero en ninguna ésta es el centro absoluto. Existe un gran trabajo de escenografía, de maquillaje y en definitiva de composición que consiguen la ambientación idónea para transportarnos a espacios imaginarios más o menos teatrales.
Es cierto que hay bastantes significados intrínsecos en cada toma, simbolismos y fetichismos, como por ejemplo unos curiosos tacones con púas metálicas. Todo para abrazar la idea de mujer fuerte e independiente. Todo cuidando al máximo la estética y al mismo tiempo sirviendo a una de las grandes necesidades del mundo contemporáneo, la economización del tiempo. Digo esto no porque infravalore el trabajo que supone cada una de estas fotografías, sino porque esta exposición está siendo coetánea en el Museo Thyssen con otra bastante distinta en lo que a economización del tiempo se refiere. Hablo sobre Ghirlandaio. Sí, eran tiempos distintos, en los que emplear años en una imagen no importaba. Y esto lo nota el espectador, que observar bien un cuadro de éstos le llevará seguro, más tiempo que una de las otras imágenes. Esto no es debido a que éstas sean fotografías sino a que siguen el patrón dictado por la publicidad. Imágenes muy atractivas visualmente pero de las que el ojo se cansa debido a la carencia de algunos matices que en cambio, poseen la pintura u otras fotografías más frescas o espontáneas.
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